Los jugadores se desahogaron con su gente
No fue una tarde brillante, volvió a mostrar errores repetidos en la última línea y ansiedad para definir la jugadas de ataque, sin embargo eso poco le importa a muchachos de Rosario Central que necesitaban un triunfo como el agua. Según lo había manifestado durante los últimos días el presidente de la institución, Norberto Speciale, se ponía en juego la continuidad del técnico Russo perseguido por los magros resultados y la impaciencia del público.
Enfrente estuvo un rival que ofreció poco, tan irregular como el torneo mismo y el cual ya atravesó un cambio de entrenador hace poco tiempo. De todos modos, la visita a Florencia Varela no dejaba de ser un serio riesgo por algunos nombres de peso que conformar el plantel del Halcón, cómo los de Cristian Milla y creativo volante Rearte.
La primera parte del choque estuvo dominada por los locales que a partir de la buena presión ejercida en tres cuartos de cancha desnudaron las falencias que tiene el Canalla para pasar la pelota. Pero ese dominio territorial nunca se tradujo en ocasiones de riesgo para el arco de Caranta y de a poco el conjunto rosarino se fue animando. Creció el trabajo de Encina por derecha y Lagos aparecía como factor sorpresa por el andarivel izquierdo. Aunque el hombre que marcó el camino fue una vez más Antonio Medina.
El chaqueño desequilibró con sus gambetas por afuera y en una de sus tantas escapadas, sobre el cierre del primer tiempo, asistió a Coniglio para que el nueve anotara el único grito de la tarde. Justamente ese chico que no tuvo sus oportunidades anteriormente porque el DT lo consideraba "inmaduro" fue el encargado de darle otra oportunidad a Russo en el banco. Porque esa fue la única diferencia, el complemento estuvo de más. Central se defendió correctamente y dio la sensación de tener las acciones controladas. Defensa y Justicia no pudo entrar por abajo y mucho menos por arriba. El reloj lo fue ahorcando y lo dejó sin ideas.
En el epílogo, Javier Toledo pudo liquidar la contienda con un remate algo esquina que Pellegrino envió al corner, lo cual le hubiese servido al cordobés para cortar una larga sequía en su garganta. Pero ese será tema para otra historia. La Academia se impuso con claridad y ahora buscará conseguir algo que no ha logrado en el torneo, ganar dos partidos en hilera. El próximo viernes tendrá que ratificar todo lo bueno cuando se mida en el Gigante contra Gimnasia de Jujuy por la noche.
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