Al borde del abismo

Se hace muy difícil escribir unas lineas en este momento. Cuando la esperanza queda esfumada por los que entran a la cancha, por fallar una y otra vez, por no estar a la altura de la circunstancia ni de la camiseta, por que cuando ese aliento incondicional, fiel como ninguno y admirado por los demás, se choca una y otra vez, ante la realidad de la mediocridad, e impasividad de los encargados de responder a tal apoyo, cuando los protagonistas, papelonean, semana tras semana, día tras día, cuando la dirigencia muestra la falta de la misma, cuando cada minuto que pasa, la acefalía institucional se acentúa, cuando ni al borde del abismo, los oportunistas y vaciadores aprovechan para recordarnos que están al acecho con sus mentiras y su desinterés total a la buenaventura del club, cuesta tener esperanza.
Pero somos San Lorenzo, el de los milagros, el mas castigado, el mas sufrido, pero también, el que siempre se levanta gracias a su gente, la que no hace negocios, la que no lucra, la que responde al llamado de los colores y de la camiseta, la que le pone el pecho a las balas, siempre, absolutamente siempre, la que construyó dos canchas, la que paga abonos, la que llena la plaza de mayo, en busca de justicia, la de los hinchas mas "desquiciados" sanamente por esta locura, desde Viggo, a la peña de Serbia, la de Barcelona, los cuervos del fin del mundo, la mitad de la clase politica argentina, Susana Gimenez o  Pinky, la mitad de los periodistas de los noticieros de televisión, Cacho Castaña...  la que enamora a todo aquél que entra al NG, preguntenlen a James Cheek, o a Ruben y Leiva de Pereza, preguntenlen a Ariel Rot, o a Sergio Rotman, pregunten, al nene de 5 años que estaba llorando en la norte contra Newell´s o al cincuentón que estaba tirado en la escalera, asistido por otros fieles, por que San Lorenzo es así, te mata, para bien o mal, por eso, para los que están  llorando, angustiados, sin dormir, enloquecidos, enojados con el mundo, con la AFA, con los ladrones de estos últimos 10 años, para los que no aguantan mirar un partido de ningun equipo, o para los que ven todos, estos apellidos : Migliore; Meza, Bianchi, Bottinelli, Palomino; Buffarini, Ortigoza, Gabi Mendez, Pipi; Gigliotti y Bueno, están obligados a dejar la vida futbolistica literalmente, como hizo, Jacobo Urso dentro de la cancha estos próximos dos partidos.  Después, que no quede ninguno, son responsables, a la par de la dirigencia de estar donde estamos. 
Al borde del abismo.